Familia: padre e hijo comparten más cosas de las que vemos.
- Desarrollo y afecto emocional desarrollados por el progenitor determinan en la educación de un niño o niña: La ausencia de referente paterno suele generar reacciones adversas que sólo se manifiestan en la vida adulta.
Las consecuencias de la falta de un referente paterno en la infancia y la adolescencia se manifiestan cuando el varón y la mujer son adultos. En esa etapa de su vida, estas personas pueden mostrar comportamientos de inseguridad, agresividad, machismo y dependencia afectiva, dice La Prensa.com.bo
La doctora en sicología, Margaret Hurtado, explicó que los varones pueden mostrar un comportamiento violento frente a las mujeres, por lo general las tratan mal y desprecian en conjunto al género femenino.
“Algunas de estas personas tuvieron miles de enamoradas, pero no pudieron contentarse con ninguna. Cuando detestan a las mujeres, tienden por lo general a hablar mal de ellas o a quererlas únicamente como objeto, entonces podemos inferir que hubo una infancia carente de padre”.
La sicóloga Verónica Hernaiz asegura, por su lado, que la figura del padre en el desarrollo del niño o de la niña es importante porque dará la seguridad, ya que la parte masculina siempre está relacionada con la razón.
En su criterio, cuando los niños no tienen la figura paterna, tienden a ser personas inseguras. Por ejemplo, en el caso de las niñas, esto se refleja a futuro cuando se involucran en relaciones de dependencia afectiva.
La profesional explica que esta dependencia afectiva se muestra, por ejemplo, “a la hora de compartir con los amigos; las mujeres y varones no piensan en sí mismos, sino que buscan agradar a la gente con la que se relacionan. Además, la persona suele ser intolerante a la crítica”.
En la adolescencia, por otra parte, lo que estas personas hacen es comprar a los amigos. Esto quiere decir que su idea de vivir es que los quieran o querer a sus amigos. Buscan mucho la aprobación de los demás porque los niños crecen con varias inseguridades.
En algunos casos puede haber un padre en el hogar y, de igual forma, puede faltar esa imagen paterna. Hurtado explica que para sentir la ausencia de un referente paterno, no necesariamente los padres deben estar divorciados, porque hay casos de matrimonios institucionales o de apariencia, en los que la figura paterna no influye.
Hernaiz insiste en que en los varones se puede dar dependencia afectiva, pero el comportamiento se va a mostrar con mucha agresión. “Los hijos varones tienden a buscar la imagen paterna con más fuerza entre los siete y 12 años, y después en la adolescencia”.
Hernaiz explica que la ausencia paterna evita, en algunos casos, que los jóvenes aprendan a resolver sus problemas o a aceptar los conflictos, por el contrario, buscan algunas justificaciones. “Por ejemplo cuando el niño o el adolescente se sacó una mala nota, no acepta su culpa y busca otras justificaciones”.
Hurtado dice que esta “ausencia” no influye necesariamente en el rendimiento escolar, habrá alumnos que serán excelentes y otros pueden convertirse incluso en niños problema.
En el caso de las mujeres, muchas veces resultan como víctimas de parejas jóvenes que tampoco tuvieron un padre muy fuerte. En su vida adulta suelen ser víctimas de maltrato, y cuando no tuvieron referente paterno, buscan a una pareja todopoderosa.
Asegura que la madre puede sustituir a la figura paterna, como una figura de seguridad y de alguien que triunfa en la vida sin relación con el género. En algunos hogares se estableció que la mamá es un padre con falda y el papá es una madre con pantalón.
“No es obligatorio que el sexo determine el rol que tiene que jugar una persona, pero en algunos casos los niños tienen como héroe paterno incluso al carnicero o al panadero”.
Hernaiz explica que los padres tienen mucho que ver en el desarrollo afectivo y emocional de sus hijos, y cuando faltan, generan una descompensación en esta área.
Los referentes cambiaron en 60 años
La sicóloga Margaret Hurtado reconoce que el proceso de identificación con la imagen paterna sufrió una evolución desde 1950 hasta el presente. Puso énfasis en el hecho de que la falta de una figura paterna era nefasta para una persona por la posible aparición del complejo de Edipo, cuyo surgimiento se estudia en una disciplina paralela a la sicología, que se llama psicoanálisis.
Posteriormente, dice Hurtado, esta fase cambió debido a la gran crisis de matrimonios que se presentaron en el mundo. También por la aprobación y el enorme ingreso de mujeres al mundo laboral a partir de los años 50.
Esto ocasionó, por ejemplo, que haya niños que si bien provienen de un hogar donde había padre y madre, tras un divorcio los hijos y sus madres deben retornar al hogar de los abuelos, donde éstos y los hermanos o tíos fungen como padres.
Después hubo una segunda generación en la que los niños, en el colegio, se identificaron con alguien; además, si no había referente, la aparición de la televisión facilitó el contacto con otras personas.
Finalmente, explica Hurtado, se puede decir que el no tener un referente paterno no debería afectar al niño, de lo que se debe tener cuidado es cuando éste tiene ídolos de carácter masculino, incluso mujeres que detentan poder.
¿Los abuelos suplen al padre?
Cuando falta una figura materna y paterna se puede generar una descompensación afectiva que, en muchos casos, es sustituida por el abuelo o por el hermano de la madre. Pero en estos casos, dice la sicóloga Verónica Hernaiz, la madre tiene que ser lo suficientemente inteligente para manejar esta situación.
Señala que es necesario marcar bien los lazos cosanguíneos, porque cuando los niños o niñas crecen no comprenden las circunstancias de su nacimiento. Por ejemplo la presencia de un tío con figura paterna les da a pensar que ellos son producto de un incesto. “Es bueno que el abuelo o el tío tenga ciertos comportamientos masculinos con el niño pero siempre con la claridad de que se trata de un pariente, no del padre”. Incluso se presentan casos de fallecimiento del padre y el hijo esta de duelo. Esto es peligroso se tiene que tratar con mucho cuidado porque este duelo puede llevarse toda la vida.
En el caso de padres divorciados, la sicóloga recomienda tener mucho cuidado en hablar mal del padre y que los hijos no sean utilizados para manipular a la ex pareja. “No se puede manipular a los hijos a través de la parte emocional” lo que muchas veces se observa cuando los niños creen que el que su padre se haya divorciado de su mamá significa también que ya no los quiere.
Para destacar
La escuela es el primer lugar en el que el niño se da cuenta de que su familia no es igual que la de sus amigos.
Los abuelos y tíos pueden ayudar en la figura paterna, pero deben aclarar, a medida que el niño crece, su grado familiar real.
Cuando son adolescentes van a ser más vulnerables al uso de drogas o alcohol, por lo que se les debe hacer un seguimiento.
Algunas hijas que no tuvieron referente paterno eligen amores imposibles y otras frecuentemente se quedan solas.
Los adultos reflejan lo que padecieron de niños cuando no pueden tener relaciones de pareja o éstas son dependientes.
Muchos de estos adultos viven en torno a su madre, dan la vida por ella y no pueden vivir separados.
Este blog es impulsado por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud y Deportes, y la Mesa de Trabajo "Por el derecho a una vida escolar sin violencia".
martes, 19 de octubre de 2010
Los niños sin referente paterno pueden volverse adultos agresivos
Publicado por
Ministerio de Educación
en
7:02
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Etiquetas:
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