Concurso Latinoamericano Tecnología SI Bolivia

martes, 10 de agosto de 2010

Cultura de paz en las escuelas del Norte de Potosí y Tarija


Alumnos de Llallagua exponen de la Cultura Cívica de Paz.

-“¿Se ejerce violencia en las escuelas? Aunque nos duela, debemos decir que sí”, admitía el profesor Omar Murillo, director de la Unidad Educativa Junín, de Catavi. “No en la magnitud que imaginamos, pero sí, se manifiesta en pequeños actos de violencia contra el alumno: intimidaciones, un jalón, un grito, y todo eso es producto del indiscriminado uso del poder”, dijo.


Llallagua es el nombre a la montaña de 9.675 metros sobre el nivel del mar, ubicado en el Norte de Potosí, una de las zonas más pobres de Bolivia y donde se registraron, a lo largo de la historia, sucesos que han marcado con sangre y fuego la memoria de los bolivianos desde que se descubrieron las vetas de plata en las minas de Sin Patiño.

Llallagua, Catavi y otras poblaciones del Norte de Potosí, así como el municipio de Cercado, en el departamento de Tarija, forman parte del proyecto de Cultura de Paz que ha movilizado a 10.000 estudiantes y 500 profesores de los ciclos de primaria y secundaria, con apoyo de la cooperación alemana.

Habilidades en maestros y estudiantes para resolver los conflictos

El proyecto está destinado a promover el desarrollo de habilidades de estudiantes, educadores y padres de familia para resolver conflictos tempranos sin recurrir a la violencia, lo cual ha tenido buenos resultados. En Llallagua, la Defensoría dice que las denuncias de violencia escolar han disminuido, y en Tarija que los estudiantes aprenden a resolver los conflictos dialogando.

La profesora Eva Guzmán Romero, de la Unidad Bartolina Sisa, de Llallagua, afirma que desde 2008 se incorporaron contenidos de cultura de paz en algunas escuelas de Llallagua. “Las tensiones han bajado, en mi aula hemos creado el rincón de reflexión, las reglas de oro del buen trato y el rincón de valores, a donde acuden los alumnos que tienen problemas para dialogar y resolver sus problemas”, dice.

“Los estudiantes del colegio primero de Mayo Nocturno, de Llallagua, consideramos que se pueden resolver los conflictos a través de los siguientes mecanismos: el diálogo, la comunicación asertiva y un gabinete conciliador que ayuda a solucionar los conflictos”, se lee en un panel escolar.

En Tarija, el Liceo Tarija, la Unidad Educativa Narciso Campero 2, Nuestra Señora del Rosario; Julio Calvo y Jesús de Nazareth participan en el proyecto de Cultura de Paz para disminuir expresiones de violencia ligadas a la discriminación, al autoritarismo, al maltrato físico y psicológico.

Jaime Vaquera Cazasola, Director de la Unidad Educativa, Julio Calvo, de Tarija, dice que los y las estudiantes han creado grupos que proponen iniciativas para el proceso de aprendizaje que consideran pueden promover la cultura de paz. “Creamos un espacio para practicar la comunicación pacífica en medio de la diversidad cultural que existe en la escuela”, dice.

“Estamos aprendiendo a convivir pacíficamente”, afirma Dolly Soto, directora de la Unidad Educativa Narciso Campero 2. “No podemos decir que los conflictos han desaparecido pero se observa un clima de tolerancia y, por tanto, de menos agresividad. Creemos que nuestra institución es capaz de continuar con este desafío por cuenta propia”.

Tanto en Tarija como en el Norte de Potosí, los 10.000 estudiantes y 500 maestros movilizados con el proyecto de Cultura de Paz del Programa de Apoyo a la Gestión Pública Descentralizada y Lucha contra la Pobreza de la Cooperación Técnica Alemana PADEP-GTZ participaron de manera sistemática a lo largo de más de dos años en actividades que reforzaron habilidades para resolver los conflictos de manera constructiva: talleres de capacitación, ferias educativas, torneos de matemáticas, concursos de poesía, teatro, conversatorios entre maestros y estudiantes.

Las unidades educativas de Llallagua y Tarija tuvieron, luego, un encuentro regional por la cultura de paz para intercambiar experiencias.

“El proyecto de Cultura de Paz se caracteriza por sus elementos novedosos”, afirma el Coordinador del Programa de Apoyo a la Gestión Pública Descentralizada y Lucha contra la Pobreza de la Cooperación Técnica Alemana PADEP/GTZ, Dieter Kattermann.

“Se han construido redes, conformado comités de diseño curricular y equipos locales que han permitido diseñar procesos de acompañamiento a la transferencia de capacidades a las contrapartes locales y, también, a los beneficiarios”, agrega.

Los procesos identificaron patrones culturales y sociales propios de cada región que fueron traducidos técnicamente en la propuesta de currículo de formación educativa en Cultura de Paz, expresa Kattermann.

Un Manual de Funciones y un Reglamento de Convivencia Escolar, elaborados en base a la experiencia de Cultura de Paz en las escuelas del Norte de Potosí y de Tarija, serán validados ante las organizaciones sociales y autoridades del sector educativo hasta fines de este año en la perspectiva de que puedan considerarlos y adoptados por el sistema educativo boliviano.

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