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viernes, 8 de abril de 2011

Alumnos de 2 colegios de Villa Fátima, acosados por pandillas


El módulo policial Arandia está ubicado al frente de los colegios cuyos alumnos son amedrentados. El control policial, a cargo de 3 agentes, es insuficiente.

-Vatos Locos, Chacalitos, Latinos, Latinas, Masters, Gatas y 50 Centavos son las pandillas que roban, golpean, exaccionan e intimidan a alumnos del Hernando Siles y de la unidad educativa Simón Rodríguez, que funciona por la tarde, en Villa Fátima, La Paz.

La Razón hizo un recorrido por esta zona y conversó con una decena de personas, entre alumnos, personal administrativo, padres de familia y vecinos, y también pudo evidenciar que el patrullaje, a cargo de tres agentes, es casi nulo, ya que la atención de los uniformados está sobre el mercado Villa Fátima.

“Nos meten miedo para que nos unamos a las pandillas y los de primaria se van a otros colegios. Mi amiga tuvo que integrarse a una pandilla porque la hostigaban mucho”, contó María, alumna de secundaria del colegio Simón Rodríguez.

Las historias de alumnos, vecinos y funcionarios de ambos colegios que tropezaron con las pandillas son numerosas. Para que los jóvenes ingresen a las pandillas, el método que sus miembros utilizan es el de un constante y sistemático acoso individual: les quitan sus mochilas y celulares, les amenazan, les desafían en las calles, etc. Y como las pandillas atacan a aquellos que no pertenecen a ningún grupo para evitar luchas entre sí, los jóvenes se ven obligados a ser parte de alguna de ellas en busca de protección.

“Ya sea en la mañana o en la tarde, a los jóvenes les quitan sus mochilas, sus celulares y su plata; la Policía no sé dónde estará por que incluso una vez lo vi y fue a una cuadra de la plaza Arandia”, señaló uno de los trabajadores del colegio Hernando Siles.

La niña Marta, de 11 años, estudiante del colegio del turno de la mañana, cuenta que “hay un tal Micky (17) al que he visto, con mi amiga, ofreciendo drogas; él tiene su ‘comunidad’ y a mi amigo G. siempre le pega cuando no hace lo que quiere”.

Las Gatas son una pandilla de mujeres que, según la testigo, son alumnas del colegio Hernando Siles Reyes y se dedican a robar y pelearse con otros grupos.

El punto de reunión de los pandilleros es en un sector cerca del colegio conocido como la “Cascadita”. “Todos estos pandilleros van ahí a tomar y pelearse, también hay una especie de bar”, aseguró Marcelo, otro estudiante consultado por este periódico.

Además de estos dos colegios fiscales citados, en el área bajo control de las pandillas se encuentra la unidad educativa privada Ave María.

Casos. El director del colegio Hernando Siles Reyes, Pacífico Chura, designado en el cargo hace un mes, dice que todavía no está al tanto de este problema. Sin embargo, otro funcionario de la institución, quien prefirió mantener su nombre en reserva, contó que los inconvenientes de las pandillas vienen de hace mucho tiempo.

“Las pandillas ya están entrando a los colegios públicos y privados del barrio. El año pasado, nos peleamos con la Policía por la falta de control, les pedimos que hagan un patrullaje a la entrada y otro a media mañana”, recordó el funcionario.

Añadió que a los regentes del año pasado, los pandilleros los amenazaron, “porque parece que en el colegio hay integrantes de los Vatos Locos, aunque dentro de esta unidad educativa mantienen un ‘perfil bajo’, pues les advertimos que si a algún alumno le pasaba algo, íbamos a dar por hecho que fueron ellos, por eso no se animan a hacer sus cosas acá”.

Esta situación hace daño al ambiente de aprendizaje no sólo de este colegio, sino también a los de la zona, puesto que los alumnos tienen miedo quejarse, ya que están amenazados”, añadió.

Pandilleros que venden drogas

El ‘Micky’
Según Marta, estudiante de uno de los colegios del sector, un joven a quien llaman Micky, de una pandilla, ofrece drogas y atemoriza a los alumnos. “Varios le compran”, dijo.

El ‘Gaucho’
De acuerdo con un empleado del colegio Hernando Siles, de Villa Fátima, también rondaría por la zona un pandillero de apodo el Gaucho que pretende “vender drogas a los alumnos”. En general, los pandilleros amenazan para que les compren.

Sólo hay tres agentes en el módulo Arandia

Sólo hay tres agentes en el módulo policial Arandia, ubicado en la plaza del mismo nombre de Villa Fátima, dos de los que patrullan en motocicleta durante las horas de ingreso y de salida de los estudiantes de los colegios fiscales Hernando Siles Reyes y Simón Rodríguez.

La Razón fue hasta el módulo policial Arandia —situado a 40 metros de los colegios— a consultar qué tipo de operativos realizan y si tienen conocimiento del ambiente de zozobra creado por las pandillas cerca de ambas unidades educativas, que funcionan en una misma infraestructura.

Sin embargo, el agente que se encontraba a cargo de la oficina había sido transferido recién el lunes. Este guardia, cuya identidad se guarda en reserva, explicó que por ser nuevo no tenía información sobre qué pandillas operaban por la zona, ni de si éstas amedrentaban a los estudiantes. Los otros dos uniformados del módulo policial se encontraban, a las 9.15, patrullando la Avenida del Maestro. “Ellos saben todo porque trabajan por aquí desde antes”, indicó a modo de disculpa el entrevistado.

“El año pasado les solicitamos que hagan un patrullaje a media mañana y media tarde, porque las veces que vienen —en la entrada y salida de los alumnos— parece que no bastan para la seguridad de los muchachos”, relató un administrativo del colegio Hernando Siles Reyes.

Además, “creemos que con un policía en moto que vaya por los tilines y las canchas bastaría y se solucionaría el problema. Eso les dijimos, pero se molestaron con nosotros”. “Los lunes vienen los del PAC en sus motos a rondar en los mismos horarios ‘pico’, pero parece que no es suficiente. Parece que el patrullaje lo efectúan muy eventualmente”, añadió.

La palabra de los colegios

María
Estudiante
“El año pasado, a una amiga la molestaban las de la pandilla las Gatas, la amenazaban con pegarle, la empujaban y pegaban para que se integre a la pandilla. Al final tuvo que unirse”.

Marcelo
Estudiante
“Los de la pandilla 50 Centavos vienen a la salida y ‘calcan luca’ (pedir que les den plata) a los que no somos de ninguna pandilla, porque si ‘calcan’ a un miembro de una, tienen problemas”.

Marta
Estudiante
“Un pandillero, Pablo, y sus amigos obligó a tomar trago a mi amiga de 11 años. Parece que habían puesto algo porque se mareó mucho y vomitó; se la querían llevar, por suerte escapó”.

Claudio
Estudiante
“Se reúnen en la zona que llamamos la ‘Cascadita’, a una cuadra y media del colegio, y en un tilín de la calle 15 de Marzo que recibe a estudiantes en horas de clase; ahí toman y se pelean”.

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